Mi pasión por el diseño de interiores se basa en valores fundamentales como la igualdad de género (ofreciendo espacios neutros), la neuroarquitectura (cómo los espacios modifican nuestras emociones y nuestras capacidades), la inclusividad (teniendo en cuenta las diferentes capacidades y la diversidad de personas), el minimalismo (vida simple), el contacto con la naturaleza (incorpora plantas para purificar el aire, reducir el estrés y conectarte con el momento presente), consumo consciente (productos residuo zero, de calidad, con menos impacto en el medio ambiente en su fabricación, a ser posible comprados cerca del lugar donde resides y que duren en el tiempo) y la economía circular (reutilizando, donando o vendiendo, generando así el mínimo impacto posible con nuestra huella de carbono al planeta). Estos valores son el corazón de mi trabajo y guían cada proyecto que emprendo.